Los fármacos pueden servir para tratar diferentes trastornos del sueño, como el insomnio, el síndrome de piernas inquietas o la narcolepsia.

• Insomnio: Antes de utilizar fármacos hay que intentar identificar la causa del insomnio e intentar corregirla. En algunos casos es necesario la utilización de fármacos; cuando ésta es la decisión médica, siempre se valora previamente los riesgos y beneficios, y los segundos siempre han de superar a los primeros. No hay que olvidar que el insomnio tiene importantes repercusiones para la salud.

  Se pueden utilizar distintos fármacos según las características clínicas de cada caso:

  • Melatonina de liberación prolongada.
  • Antidepresivos sedantes a dosis bajas (mirtazapina y trazodona).
  • Benzodiacepinas y análogos Z (menor dosis posible e intentar no prolongar tratamiento más de 4 semanas). Han sido los más utilizados durante años (lorazepam, diazepam, alprazolam, zolpidem, etc.). El abuso de ellos y utilización sin control médico ha provocado muchos casos de dependencia y falta de eficacia, ya que con el tiempo se hace tolerancia y crean dependencia. Si los utilizas desde hace tiempo podemos ayudarte a dejarlos y buscar la mejor alternativa médica para tratar tu problema de insomnio.
  • Fármacos antagonistas de las orexinas (DORA): El daridorexant es un nuevo fármaco recientemente aprobado por la Agencia Europea de Medicamento. Su nuevo mecanismo de acción, mucho más específico que los fármacos actuales, así como los prometedores resultados de los ensayos clínicos en los que tuvimos el privilegio de participar, hacen pensar que puede ser una solución farmacológica muy eficaz en muchos casos de insomnio.
• Síndrome de piernas inquietas: en los casos graves, con síntomas diarios e importante afectación del sueño y de la calidad de vida, no sólo es necesario utilizar medicación, sino que además hacerlo mejora los síntomas de forma muy importante, pudiendo hacer los pacientes vida totalmente normal en la mayoría de los casos. Los fármacos utilizados como primera opción son los agonistas dopaminérgicos (rotigotina, pramipexol y ropinirol). También son muy eficaces la pregabalina y gabapentina. Hay que utilizarlos siempre en las dosis más bajas posibles y con la antelación suficiente para que no lleguen a aparecer los síntomas. Antes de usarlos hay que determinar los niveles de hierro plasmático. En muchas ocasiones, el tratamiento con antioxidantes y diferentes complementos vitamínicos ayuda al control de los síntomas y permite evitar o retrasar el uso de fármacos.
• Narcolepsia: se utilizan distintos fármacos para el tratamiento sintomático.